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Los ciudadanos ya han reportado varios casos a las autoridades ambientales del estado de Yucatán.
La agrupación ambientalista manifestó que la contingencia que está viviendo el mundo por el nuevo coronavirus intensifica este tipo de conductas.
En el estado de Yucatán, en las zonas rurales, continúan los ataques contra las luchas por la creencia de que son una señal o aviso de muerte.
El pasado 13 de mayo, habitantes de la zona de Subincancab, en el municipio de Timucuy, apedrearon y rociaron con agua bendita a una lechuza.
Después de esto, horasmás tarde, un grupo de jóvenes dio aviso a los rescatistas de la asociación Proyecto Santa María, los cuales recuperaron al animal aún con vida, pero que lamentablemente murió días después.
Semanas antes, el grupo ambientalista había informado que el ave necesitaba de cirugía, clavos, radiografías y una prótesis de pico para sobrevivir, pero la asociación no tenía los medios para hacer el tratamiento.